Una simple comida de un bocadillo en un bar terminó en el peor de los desenlaces para un vecino de Alcañiz (Teruel) de 68 años de edad, que falleció por asfixia debido a un atragantamiento mientras estaba comiendo.

Los hechos ocurrieron el pasado martes en un establecimiento hostelero de Vinar²s cuando el jubilado, identificado como S. B. L., llegó en su vehículo y pidió un bocadillo de jamón y un refresco para comer.

Al parecer, el hombre, según explicaron ayer fuentes cercanas al caso, prácticamente devoró el bocadillo y en un momento dado empezó a ahogarse hasta que cayó al suelo, para sorpresa mayúscula de cuantos se encontraban en ese momento en el interior de ese bar.

El hombre fue asistido por los medios sanitarios, que no pudieron hacer nada por reanimarle. Aunque en un principio se apuntó a un infarto como la causa más probable de su muerte, la autopsia practicada al cadáver reveló que el vecino de Alcañiz murió asfixiado por el atragantamiento del bocadillo de jamón.

Así lo confirmaron ayer fuentes del Instituto de Medicina Legal de Castellón, cuyos médicos forenses le practicaron la necropsia a finales de la semana pasada. En este sentido, explicaron que el anciano "tenía en la garganta varios trozos de jamón".

Se trata, según comentaron las mismas fuentes, de una muerte no demasiado habitual pero que se encuentra entre los 17 casos de accidentes mortales por el mecanismo de asfixia que se registraron el pasado año en la provincia de Castellón, tal y como refleja la memoria anual del Instituto de Medicina Legal. Ésta desvela que en el ejercicio anterior no se produjo en las localidades castellonenses ningún fallecimiento por esta causa.