Un vecino de Castellón intentó salvar la vida a una camada de gatos recién nacidos, que acabaron falleciendo tras ser arrojados a la basura. El hombre bajó de su domicilio a tirar desperdicios y, en un contenedor de la calle Pintor Oliet, escuchó lo que le parecieron maullidos. Rebuscó entre las bolsas y halló a los felinos, envueltos en un trozo de césped artificial. Los animales estaban prácticamente muertos y muy fríos, según informaron fuentes del entorno, por lo que el hombre decidió llamar a la protectora de Castellón Huellas Callejeras, que se hizo cargo de los tres ejemplares. Tristemente, pese a los esfuerzos por salvar a los gatos, los tres fallecieron.