Un niño de 9 años y aquejado de algún tipo de parálisis cerebral falleció la noche del sábado como consecuencia de un incendio en su vivienda del barrio Oliver, en Zaragoza. El mismo se inició en la cocina americana donde se encontraba el joven, que en ese momento estaba solo en el inmueble. Los bomberos tuvieron que desalojar a otro vecino por la ventana ante el abundante humo y la madre del menor, que llegó una vez apagado el fuego, tuvo que ser trasladada en ambulancia al Hospital Clínico de la ciudad, con una crisis nerviosa.

Los efectivos fueron avisados del incendio en torno a las 21.00 horas, y desplazaron las dotaciones a la casa, ubicada concretamente en la calle Antonio Leyva de la capital zaragozana, de la cual el humo salía en abundancia por las ventanas y también se propagó por los pasillos, según contaron los vecinos. Algunos optaron por bajar a la calle por su propio pie, y los bomberos ayudaron a uno de ellos a salir por la ventana, con autoescala.

Mientras, forzaban la vivienda para acceder y sofocar las llamas, que se originaron en la cocina. Era de tipo americano, sin separación con el salón, y allí encontraron a la víctima, ya fallecida. Según fuentes policiales, será la autopsia la que deba determinar si murió por inhalación de humo o por efecto de las llamas, ya que el calor afectó al cuerpo.

HABÍA IDO A COMPRAR // La madre (Irina N., según figuraba en el buzón del domicilio) llegó cuando el fuego ya estaba apagado. Al parecer, la progenitora vivía sola con el niño en el piso y es de nacionalidad rumana. «Se le veía a menudo pasear con él en una silla, porque el pobre estaba vegetal», contaba uno de los vecinos. Según las mismas fuentes, había salido de la casa a comprar.