El temporal de frío y nieve que ha barrido el fin de semana el interior de Castellón terminó en tragedia. Dos senderistas fallecidas y un tercero ingresado en el Hospital General de Castellón con hipotermia, pero fuera de peligro.

Los tres deportistas se perdieron en una zona de la Tinença de Benifassà, el Mas del Boix de Vallibana, término de Castell de Cabres, donde hacían una ruta a pie desde las 9.00 horas del sábado. Allí se vieron sorprendidos por la tromba de nieve y viento, que terminó por desorientarles. Fueron ellos mismos quienes dieron el aviso al teléfono 112 de Emergencias de la Generalitat, donde alertaron, ya sobre la medianoche, de que se habían perdido y que “una de las personas presentaba síntomas de hipotermia”.

Los efectivos del Consorcio Provincial de Bomberos activaron el dispositivo de búsqueda inmediatamente. Pese a las adversas condiciones meteorológicas, se trabajó toda la noche y a primera hora de la mañana se amplió, hasta participar un total de 90 efectivos, incorporándose medios aéreos. Precisamente, sobre las 15.45 horas, uno de los helicópteros de la Generalitat localizaba a uno de los senderistas, Hermenegildo M.C., de 51 años y vecino de Castellón, que estaba con vida, aunque presentaba evidentes síntomas de hipotermia.

Con sus indicaciones, los medios aéreos y terrestres prosiguieron la búsqueda, hasta localizar los cuerpos de las otras dos senderistas, ya sobre las 16.15 horas, de las que en un principio no se informó sobre su estado y que, finalmente, pasadas las 18.00 horas, la Policía Judicial confirmaba oficialmente su fallecimiento.

LAS DOS VÍCTIMAS // Se trata de Cristina I., de 44 años y residente en Borriol, aunque descendiente de Vall d’Alba; y Patricia O., de 45 años, nacida en Colombia aunque residente en Castellón. Los dos cuerpos se encontraban en una zona de muy difícil acceso, de manera que no se pudo llegar a los cadáveres hasta pasadas varias horas, debido a que se acumulaba “una tonelada de nieve”, según el director general de la Agencia de Seguridad y Respuesta a las Emergencias, José María Ángel, que se trasladó hasta Castell de Cabres para hacer el seguimiento de las labores de recuperación de los cuerpos.

Fuentes de Emergencias no concretaron, al cierre de esta edición, dónde fueron trasladados los cadáveres de las dos montañeras, a las que previsiblemente hoy se les practicará la autopsia.

La trágica noticia se extendió como la pólvora, empezando desde Morella y continuando por sus respectivas localidades. Cristina era madre de 3 hijos (dos niñas gemelas de 10 años y un joven de 16) y residía en Borriol, aunque descendía de Vall d’Alba, donde su familia es muy conocida. Patricia era colombiana y vivía en Castellón con su hijo de 16 años. Trabajaba de fisioterapeuta en el Hospital General. H