Un vecino de Castellón ha sido condenado por la juez del juzgado de Instrucción número 3, Mercedes Bengochea, al pago de una multa de 300 euros por perseguir por la ciudad y coaccionar a una conductora, que circulaba con sus dos hijos de 3 y 9 años a bordo, a quien exigió a gritos e identificándose como policía internacional de tráfico toda la documentación del coche y personal, de la que tomó anotaciones al tiempo que le decía que iba a perder todos los puntos del carnet y que le iba a retirar el permiso de conducir por seis meses.

El juicio por estos hechos, que ocurrieron el pasado 1 de mayo, se celebró hace unos días. La víctima narró su versión y el acusado, que responde a las iniciales F.T., reconoció los hechos, pero no explicó entonces el motivo por el que había perseguido durante varios kilómetros a la conductora y le había obligado a parar y a que le mostrara todos sus datos, ya que entre ellos no se produjo accidente de tráfico alguno.

EXTRAÑO CASO // El suceso ocurrió el pasado 1 de mayo, que era festivo, a las once de la mañana. La conductora circulaba por la avenida de l’Alcora en dirección al centro de la ciudad y llevaba en el asiento trasero del coche a sus dos hijos menores. Además, en otro coche detrás de ella iban dos amigas suyas con más niños.

En un momento dado, una furgoneta de color azul y gris le pitó y le adelantó. Tras esto, este vehículo se detuvo en mitad de la calzada parando la circulación. El conductor de la misma, que era el acusado, se apeó, pero la mujer siguió con su ruta. Cuando ya iba por la avenida Pérez Galdós observó que le seguía esa furgoneta y que hacía sonar el claxon haciéndole señas para que parara.

El ahora condenado, entonces, se acercó a la mujer y le exigió a gritos, muy enfadado y en actitud autoritaria, que le entregara toda su documentación del vehículo, así como el permiso de conducir tomándose nota de todos los datos de la conductora. Fue tras esto cuando le dijo que le iba a quitar todos los puntos del carnet.

La víctima, muy extrañada al ver que el hombre no llevaba uniforme ni tampoco iba en un vehículo de la policía, le pidió que se identificara y este, entonces, le afirmó que era un policía internacional de tráfico, instante en el que le señaló un pin dorado, con una forma triangular, que llevaba sujeto en su chaqueta.

Acto seguido, el individuo regresó a su furgoneta y se marchó del lugar sin más explicaciones.

La conductora, como narró en el juicio, se vio bloqueada y sobrepasada por la situación. Un hecho que percibieron sus hijos pequeños, que rompieron a llorar ante los gritos del falso policía. La mujer observó que en la plaza María Agustina había una patrulla de policía, a quienes rápidamente narró lo ocurrido. El hombre fue después detenido.