El falso psicólogo detenido en Castellón, tras ser acusado de delitos de abusos sexuales e intrusismo, actuaba como voluntario de una entidad social de la provincia, circunstancia que aprovechaba para entrevistarse con víctimas de violencia de género o afectadas por fallecimientos que no habían logrado superar. Así ha podido saberlo Mediterráneo de fuentes fidedignas conocedoras del caso.

Se da, además, la circunstancia de que el susodicho, que es natural de Vila-real, contaba con antecedentes previos por malos tratos y lesiones en el ámbito de la violencia de género. No tenía ninguna formación como psicólogo o sexólogo, que era lo que aseguraba a las víctimas, ni tampoco carnet de conducir, aunque llegó a conducir los vehículos de algunas de las afectadas.

El hombre, de 53 años, atendía a diversas personas en primera instancia para hacer un cribado e intentaba volver a citarse con aquellas mujeres que le atraían.

LAS SOSPECHAS / Varias de las víctimas que se entrevistaban con él comenzaron a sentirse incómodas en sus citas, llegando, al menos una de ellas, a sufrir abusos sexuales. No se descarta que pueda haber más afectadas que no hayan interpuesto denuncia tras los episodios. Por el momento, son cuatro las presuntas víctimas del falso terapeuta.

Las mujeres hablaron entre ellas, dándose cuenta de que la conducta del arrestado no era normal y decidiendo denunciar los hechos ante la comisaría provincial de Policía Nacional.

Como informara este Cuerpo, una de las víctimas llegó a la consulta del detenido tras el fallecimiento de un familiar e inició con el supuesto psicólogo un programa de sesiones con varios miembros de su familia en el año 2017. Otra afectada acudió a él tras haber sufrido violencia machista y el detenido «se aprovechó de su vulnerabilidad y de su especialización como psicólogo y sexólogo» para abusar sexualmente de ella, según asegura la propia denunciante.

Cuando esta última paciente comenzó a desconfiar de sus terapias, el hombre la amenazó directamente con hacer informes desfavorables sobre ella para que le retirasen las ayudas económicas que percibía por su condición de mujer maltratada. Unas amenazas que, sin embargo, no tenía potestad para llevar a cabo.

A mediados de junio la Guardia Civil practicó otras cuatro detenciones en Benicarló por presuntos delitos de estafa, falsedad documental e intrusismo profesional en una clínica de Benicarló. Un supuesto enfermero y un masajista ejercían sin titulación.