Más de 600.000 euros es la cantidad que los familiares de Miguel Navarro Fernández, Maikel, exigen a los dos menores que, presuntamente, acabaron con su vida el 6 de enero, día de Reyes --hay otro chico, de 20 años, que está en prisión preventiva a la espera de juicio--. Así, la acusación particular reclama una indemnización para los dos hijos de Maikel y para su pareja de 450.000 euros (150.000 para cada uno); para los padres de Maikel, el exboxeador Miguel Navarro, el Colorín, y su exmujer, de 30.000 euros a cada uno; y para sus tres hermanos y dos hermanastros unas sumas de 20.000 euros.

Un capítulo, el de las indemnizaciones, que se debatirá y se valorará en el acto del juicio oral que está previsto que se celebre en septiembre, con una vista previa, justamente, por temas relativos a éste --fechada para el próximo día 7--. Será cuando los peritos del seguro del hogar de la casa donde se cometió el crimen en Castellón expongan las condiciones de la póliza contratada, ya que, como pretenden las defensas, podría asumir parte del pago de las cantidades que buscan resarcir el dolor de las víctimas.

La clave de este concepto es que los seguros del hogar incluyen unas cláusulas referentes a los daños que los hijos menores puedan ocasionar en la vivienda del asegurado. Un extremo que se analizará con detalle el día 7.

Por otro lado, como ya publicó Mediterráneo, respecto a la responsabilidad penal la Fiscalía pide para el chico de 18 años (que cuando cometió el crimen tenía 17) ocho años de internamiento en régimen cerrado y cinco más de libertad vigilada; y para el chaval de 15 (que en enero tenía 14) cinco años en el reformatorio y otros tres de libertad vigilada. La pena máxima según contempla la ley del Menor por un delito de asesinato. Una condena a la que se ha sumado la letrada que representa a la esposa de Maikel y a sus dos hijos.

ASESINATO Y ROBO // Por su parte, el representante legal de los padres y hermanos de la víctima, el abogado Miguel Bernat --al que estos días sustituye Santiago Fabregat--, exige 10 años de internamiento y cinco de libertad vigilada para el chico de 18 años, y 6 años de castigo en el reformatorio y otros tres de libertad vigilada para el de 15. Unas penas más altas al entender que después del asesinato de Maikel se produjo un robo, ya que se apoderaron, al parecer, de sus pertenencias como eran la cartera, el dinero que llevaba y una cadena de oro.

UN CRIMEN SIN PRECEDENTES // El asesinato de Maikel causó una gran conmoción en Castellón, no solo por la atrocidad del hecho en sí, sino por la edad de los acusados, dos de ellos menores, que son los que en septiembre serán juzgados. Otra causa está abierta contra el otro autor confeso cuyo juicio, aún sin fecha, se celebrará en la Audiencia Provincial.

La voz de alarma la dieron los familiares de Maikel cuando se extrañaron al ver que no respondía al teléfono. Enseguida alertaron a la Policía Nacional de su desaparición ante la sospecha de que algo malo le había sucedido. De hecho, empapelaron la ciudad con su foto y su descripción e intentaron averiguar por su cuenta qué le había ocurrido, incluso hablando con los asesinos, las últimas personas con las que estuvo Maikel, quienes trataron de despistarles durante una semana.

LO ROCIARON CON GASOLINA // La fatídica noticia llegaría el 12 de enero, cuando el cadáver del joven aparecía enterrado en un huerto de naranjos, atado de pies y manos con nudos marineros, y con una decena de hachazos en la cabeza, que estaba cubierta con una bolsa de plástico. Su ropa, además, según la autopsia, estaba empapada en gasolina, señal de que habían pensado en quemarlo. Una acción de la que, según los investigadores, se arrepintieron. De hecho, la Policía Científica, que inspeccionó el garaje donde lo asesinaron --enfrente del huerto donde lo enterraron--, encontró en una estufa sus zapatos, semicalcinados.

Los tres chavales se derrumbaron y confesaron el crimen, dejando sin palabras a policías, abogados, jueces y fiscales. Al parecer, explicaron que todo respondía a un plan y que habían citado a Maikel en la casa para matarlo. Que tenían las hachas preparadas para atacarlo, por sorpresa, en el garaje. Lugar donde habían estado fumando hachís. La víctima no tuvo posibilidad de defensa, lo atacaron a traición.

Los forenses dicen que son narcisistas, fríos y sin empatía // Los informes psicológicos forenses concluyen que los acusados de 18 y 15 años tienen una personalidad narcisista (necesidad de admiración y falta de empatía), son fríos y no tienen sentimientos. En un primer momento, se barajó la posibilidad de que sufrieran una psicopatía, pero tras los análisis desarrollados en estos siete meses que llevan encerrados los expertos concluyen que en el momento de perpetrar el crimen sabían perfectamente lo que hacían. Los sentimientos de envidia también florecen en estos casos.

Más datos // La Instrucción en este caso de los menores de edad la ha llevado a cabo la Fiscalía de Castellón con gran rapidez atendiendo a los plazos de la Ley del Menor. Para el juicio podrían llegar a declarar hasta medio centenar de personas entre ellos los familiares, los amigos, los forenses y los policías de esta investigación.