La Fiscalía elevó ayer a 27 años la petición de prisión para el vecino de Onda José Vicente V.V., de 39 años, acusado de secuestrar a su expareja (de la que tenía una orden de alejamiento), encerrarla bajo llave durante tres días, pegarle y agredirla sexualmente.

El representante del Ministerio Público pidió ayer, en el último día de juicio, una sentencia condenatoria y sugirió que José Vicente V.V. cumpliera los primeros 18 años de pena en un centro psiquiátrico, debido a los problemas que padece (tiene diagnosticada una esquizofrenia simple y un trastorno de la personalidad con rasgos antisociales).

La acusación particular no compartió esta petición e hizo hincapié en su informe final en que el acusado ya pasó cuatro años y medio en un psiquiátrico tras protagonizar una reyerta con cuchillos y “no sirvió para nada”, porque tres meses después de salir del centro, supuestamente, raptó, apaleó y violó a su expareja.

“CONSCIENTE” // Los forenses sostuvieron en su intervención que, a pesar de los problemas psicológicos de José Vicente V.V., este era “consciente de lo que hacía”. Los médicos reconocieron que su estado le producía una “alteración mental parcial”, pero que no le impedía saber que hacía algo malo. Los especialistas dieron credibilidad al testimonio y a las lesiones que la mujer presentaba (tenía los ojos totalmente amoratados) y dijeron que las heridas eran compatibles con “golpes y puñetazos reiterados”. La exnovia del acusado, que declaró el jueves tras un parabán, relató al tribunal que José Vicente V.V. llegó a decirle durante su cautiverio: “¿Qué hago yo contigo? ¿Te ahorco y digo que te he encontrado muerta? Total, con mi enfermedad, ¿qué me van a hacer?”. Asimismo, confirmó que el procesado la había amenazado con darle “40 cuchilladas” si iba a contarlo a la Guardia Civil.

La mujer logró escapar gracias a la colaboración su hija, que pidió auxilio a un policía local de Vila-real. El acusado intentó darse a la fuga en su coche al percatarse de la presencia policial y, tras una huida frustrada, acabó inmovilizado en una zanja en obras. El caso quedó visto para sentencia. H