La Fiscalía de Menores de Castellón ha abierto una investigación después de que la madre de una menor de 13 años de Vila-real, que se encuentra ingresada en el centro de acogida Baix Maestrat de Vinaròs, haya denunciado que su hija “ha sufrido lesiones durante su estancia en dicho reformatorio, donde sigue una terapia por un trastorno de conducta”, tal y como explicó a Mediterraneo la progenitora, Marines Maximiano.

Según se refleja en la denuncia, a la que ha tenido acceso este diario, la mujer --que también ha presentado la queja ante el Defensor del Pueblo-- suplica al fiscal que investigue y solicita “auxilio judicial para determinar el origen de las lesiones de mi hija y la idoneidad del tratamiento al que está sometida”. La madre denuncia que la menor “está deprimida, debiendo ser medicada en todo momento y su desesperación se ve incrementada teniendo episodios que concluyen con las intervenciones del personal del centro de acogida Baix Maestrat dejando en el cuerpo de mi hija huellas de cortaduras, excoriaciones y magulladuras”.

Marines expuso en el documento con entrada y registro en la Fiscalía que: “Cada vez que la visito me encuentro con una niña más dañada física y emocionalmente teniendo como respuesta que esas son las secuelas de la fuerza necesaria empleada para controlarla”. Y añade: “De presentar esas lesiones mientras estaba bajo mi custodia, seguro que sería jurídicamente reprochable y estaría entre rejas”.

La mujer pide que su hija “sea visitada por un forense y un psiquiatra para evaluar las lesiones”. E insta a que se recabe el historial clínico, ya que “en siete meses la menor ha ingresado en el hospital ocho veces, porque el personal la reduce”. Durante una visita reciente a Baix Maestrat, dice, “la encontré con el brazo vendado con heridas”.

El fiscal Escorihuela Gallén ha decretado ya un expediente de protección de la niña y ha pedido a Bienestar y al reformatorio un informe. H