Apuerta cerrada por decisión de las partes, el ministerio público fiscal y la defensa. Los medios de comunicación no pudieron entrar en la sala de vistas de la sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón en el juicio contra A.C.C., un vecino de Burriana, acusado de delitos de abusos sexuales continuados a menores, exhibicionismo, pornografía infantil y posesión de material pornográfico, y a quien el fiscal reiteró la petición de una pena de 63 años de cárcel.

Un proceso que «se desarrolló con normalidad» y en el que el ministerio público «mantuvo las penas sin opción a una rebaja de las mismas», como pudo saber Mediterráneo de fuentes judiciales al término de la sesión oral que quedó vista para sentencia tras una intensa mañana.

Durante la vista se relataron los hechos sometidos a proceso, declaró el acusado, y el fiscal, en sus conclusiones finales sostuvo imponer al procesado 34 años de cárcel por cuatro delitos continuados de abuso sexual; un año por delito continuado de exhibicionismo; 27 años por tres delitos continuados de pornografía infantil y un año de prisión por posesión de material pornográfico.

Durante el juicio, el fiscal reiteró que queda demostrado que el procesado, entre los años 2007 y 2013, se aprovechó de su trabajo, siendo empleado de un estudio fotográfico de Burriana, para abusar sexualmente de las hijas de los propietarios, «con claro ánimo libidinoso», así como de otras cuatro niñas más.

El imputado les realizaba masajes y presuntos tocamientos, al tiempo que les enseñaba sus partes íntimas, haciendo que las niñas en ocasiones le tocaran, tomando también fotos de las menores desnudas. El fiscal, además, reitera su petición, de entre 15.000 y 50.00 euros.