La Fiscalía mantiene la petición de 11 años de prisión para Gregori. P.S., un hombre de origen francés al que su expareja acusó de violación en el 2012 en Almenara. La mujer retiró los cargos en pleno juicio, para sorpresa del tribunal y de las partes, renunciando así a la indemnización económica de 6.000 euros que solicitaba la fiscala, alegando que había rehecho su vida, que había pasado “mucho tiempo” y que no deseaba “seguir con esto”, argumentó.

Sin embargo, la fiscala del caso decidió continuar con su acusación inicial y no rebajó la solicitud de prisión, considerando que las declaraciones judiciales previas de la víctima y los informes de los médicos forenses que la reconocieron eran suficientes.

En sus conclusiones, pidió al tribunal que, en caso de no estimar una sentencia condenatoria por agresión sexual, “sí lo condenen por un delito de lesiones en el ámbito de la violencia de género, ya que el procesado no ha negado que le pegara”.

Por su parte, el acusado aseguró no haber forzado sexualmente a la que fuera su pareja durante casi un año. Dijo que esa noche la mujer se puso “celosa” porque él habló “con una chica francesa”. “Me dio bofetadas y luego quiso que tuviéramos sexo. Los dos habíamos bebido. Las relaciones fueron consentidas y hubo también una gran pelea. Ella es muy violenta, se pone como una leona”, se justificó el hombre.

LA VERSIÓN DE ÉL // Gregori P.S. explicó al tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial que su ex tenía, según él, gustos “sadomasoquistas”. “Cuando lo hacíamos me pedía que la estrangulara, que le diera tortas. A mí no me gustaba, pero ella quería eso”, reveló el procesado, quien insistió en que la noche de los hechos él “solo quería dormir” y, al no dejarle ella tranquilo, la echó de casa y le dijo: “¿Qué quieres, que te mate?”. Lo sucedido tuvo lugar el 4 de agosto del 2012 y, según el escrito de acusación de la Fiscalía, el procesado golpeó en la cara y el cuerpo a su expareja en el transcurso de una discusión, despojándola de su ropa interior y penetrándola, presuntamente, ante la negativa de la mujer.

La afectada logró, según el Ministerio Público, zafarse del hombre e intentó, sin éxito, coger el teléfono para pedir ayuda.

“La cogió del cuello con las dos manos, le propinó un cabezazo en la cara y la tiró al suelo, donde continuó golpeándola, al tiempo que le decía que la iba a matar”, señala el documento del Ministerio Fiscal. Este caso quedó ayer visto para sentencia. H