La sección primera de la Audiencia Provincial de Castellón acoge hoy el juicio a un presunto pederasta. La Fiscalía solicita para él una pena de 28 años y tres meses de cárcel por abusar de niñas y poseer pornografía infantil.

Los hechos comenzaron en 2012 al realizar el acusado tocamientos a una niña de nueve años con la que convivía en la casa de su abuela. Al percatarse esta de los hechos, lo expulsó de casa y el acusado se refugió en el piso de los familiares de un amigo. Desde allí, y mediante el uso de distintos dispositivos, se descargó decenas de imágenes de bebés y menores manteniendo relaciones sexuales. Posteriormente, conoció en el 2017 a una niña de 13 años con trastorno adaptativo a la que convenció para que le enviara fotos y mantuviera relaciones sexuales, y a otra de 15 años a la que igualmente forzó, también durante el año 2017.