Un vecino de Burriana justificó ayer que hubiese grabado desnuda a la hija de su pareja --de siete años-- y que hubiese creado en Facebook sendos perfiles llamados «niñas menores de 15» y «niñas menores de 17» con archivos sexuales, alegando que fue «un lapsus» en una «mala época».

El susodicho se enfrenta a una pena de siete años de cárcel por los delitos de distribución de pornografía infantil y contra la intimidad --el fiscal pedía un total de once inicialmente--. «No sé qué se me pasó por la cabeza y no sé por qué lo hice», dijo ayer al tribunal de la Sección Segunda.

Aunque reconoció haber hecho un vídeo a la pequeña mientras esta dormía, negó que su intención fuera la de intercambiar archivos de índole sexual con otros adultos por la red. Una versión, sin embargo, muy distinta a la ofrecida por los especialistas de la unidad de delitos tecnológicos de la Policía Nacional, quienes detectaron conversaciones del acusado con un ciudadano mexicano, a quien ofrecía imágenes de su hijastra a cambio de otros archivos de menores.

«Grabé a la niña, pero borré el vídeo muy rápido. Esa misma noche o a la mañana siguiente», sostuvo el procesado. Los investigadores aseveraron, en cambio, que lo tuvo en su teléfono personal más de un mes y que el mismo registró varias visualizaciones.

EL VÍDEO

En las imágenes no solo se ve la zona genital de la menor, sino que también se ven las partes íntimas del procesado. «Iba a ducharme en ese momento y por eso se ve mi pene en el vídeo», justificó. En la vista declararon también los agentes de la Policía Nacional encargados del caso, quienes explicaron que recibieron el aviso por parte de autoridades extranjeras. «Habían detectado que el detenido mantenía una conversación por chat con un mexicano. Hablaban de unos presuntos abusos a una niña y se proponían el intercambio de archivos», relataron los efectivos. Un policía explicó que Facebook bloqueó una de las páginas con fotos de menores que el acusado abrió. Este, con el objetivo de que la reabrieran, envió una copia de su DNI a la red social, por lo que lo localizaron.

«Él no negó los hechos en ningún momento y, de hecho, nos dio varios equipos informáticos en los que había más archivos», testificaron los agentes, quienes con una orden judicial registraron su casa de Burriana y se incautaron del material.

Quien fuera jefe de la unidad de delitos tecnológicos apuntó que el burrianense había accedido a más de 6.000 archivos.

La defensa tildó las fotos de «eróticas» y de «mal gusto», pero negó que fueran «porno». Por ello, pidió la absolución o una condena de dos años.

LA MADRE DE LA NIÑA

La pareja sentimental del procesado y madre de la niña afectada confirmó al tribunal que ambos seguían juntos y que continuaban residiendo con la niña. La mujer dijo conocer los hechos por los que se juzgaba a su novio y calificó la acusación como «un error del momento». «Nunca ha pasado nada más. Mi hija lo llama papá y él siempre ha sido muy respetuoso. Nunca la ha cambiado de ropa ni duchado porque eso lo hago yo», relató a preguntas del fiscal la madre, que no reclama indemnización.