En constante alerta para luchar contra el contrabando de droga en la costa castellonense. El Servicio Marítimo de la Guardia Civil de Castellón, compuesto por una treintena de efectivos, recorre las aguas de la provincia a diario y combate, entre otros delitos, el narcotráfico. “Mientras haya demanda, habrá droga. Nuestro cometido es estudiar sin descanso las distintas rutas que puede tener e interceptar los fardos de hachís que pretendan traer a Castellón”, asegura el alférez del Servicio Marítimo, Alfredo José Moreno.

Para ello, es imprescindible una constante vigilancia de las embarcaciones y es que, en la mayoría de las ocasiones, los traficantes llevan la droga en una lancha y se compinchan con algún pesquero para que este haga el trayecto final hasta el puerto, a cambio de una cantidad suculenta de dinero por cada fardo que transportan.

Eso fue precisamente lo que sucedió el 23 de noviembre de 2009, en la última gran operación antidroga en el Grao de Castellón, en la que se incautaron más de dos toneladas y media de hachís.

ÚLTIMO GRAN GOLPE // Entonces, funcionarios del Servicio de Vigilancia Aduanera (SVA) observaron cómo un barco de recreo alquilado, el Telma I, trasvasaba en alta mar la droga a un pesquero que navegaba alejado de las rutas habituales de pesca. Este último barco, dedicado al arrastre y de nombre Bergantín, entró apenas unas horas más tarde en el puerto de Castellón, donde su patrón y tripulantes fueron detenidos por un delito contra la salud pública. El pasado mes de noviembre los 10 implicados fueron condenados a penas que rondaban los tres años de cárcel en la Audiencia Provincial.

“La cocaína entra por Galicia y en nuestra zona lo que prima es el hachís. Aunque la carretera se ha convertido en una potente entrada de droga en los últimos años, el tráfico de estupefacientes en la mar sigue activo y no podemos bajar la guardia”, apunta Moreno, quien incide en que “hay que controlar los puntos calientes de la provincia y, por ello, cada día navegamos hacia un lugar. Orpesa, Burriana, Peñíscola, Vinaròs...cubrimos toda la zona”.

Para evitar que las embarcaciones del instituto armado sufran daños o sabotajes durante la noche, están vigiladas las 24 horas. Y es que la colocación de un himán localizador para saber a dónde se dirige la patrullera en cada momento podría ser fatal para un operativo.

PARAJES NATURALES // Aunque la lucha antidroga es uno de los cometidos clave del Servicio Marítimo, sus especialistas combaten también los delitos contra la naturaleza y el medio ambiente y peinan los parajes naturales de les Illes Columbretes y la Serra d’Irta. Controlan e inspeccionan, además, la planta del proyecto Castor, dando apoyo a los vigilantes de la propia empresa privada y también revisan la actividad pesquera, asegurándose de que se cumple la legislación.

Sin embargo, si hay una actuación que se multiplica de cara al verano es la de los auxilios a embarcaciones de recrero. “Son muchos los turistas que se quedan sin combustible, se marean y se asustan o sufren algún problema técnico en veleros o lanchas”, revelan los especialistas, que hacen hincapié en la importancia de salir a la mar preparados y con conocimientos prácticos sobre náutica. H