La Guardia Civil rescató y auxilió ayer en el puerto de Melilla a ocho inmigrantes, de origen magrebí, que se encontraban ocultos entre la carga de un camión que transportaba chatarra y que se disponía a embarcar.

Según un comunicado publicado de forma conjunta por el Ministerio del Interior y Guardia Civil, los inmigrantes conocen los movimientos de los vehículos que transportan mercancía «como chatarra, balas de cartón compactado, cenizas o cementeras» y aprovechan la noche en el lugar donde se encuentran estacionados, para construir entre la chatarra una especie de «nidos» antes de que los operarios inicien con la grúa la estiba de la carga.

Para ello, de acuerdo a la nota, los inmigrantes utilizan materiales rudimentarios «como puede ser un trozo de madera, o un trozo de chapa, a modo de techo» y allí se esconden y aguardan hasta que el vehículo se carga al día siguiente, para posteriormente salir en dirección al puerto.

RIESGOS PARA LA SALUD // La Guardia Civil ha advertido de los riesgos que corren los inmigrantes al utilizar este método «por la inestabilidad de la carga, su peso y las múltiples aristas y objetos cortantes que posee este tipo de carga». Para tratar de paliar esta situación, el instituto armado dispone en el puerto de máquinas con detectores de latidos del corazón y perros especializados en la búsqueda de personas ocultas.