La violencia machista se cobró ayer otra víctima en Castelló. Una mujer de 42 años resultó herida durante un brutal ataque de su expareja, que la golpeó con un martillo en su vivienda de la calle Ramón y Cajal. Sucedió sobre las 9.30 horas y la agresión no pasó inadvertida en el vecindario, pues los gritos de la afectada pusieron en alerta a varios testigos, que no dudaron en llamar a la policía para pedir ayuda.

La mujer, residente en un primer piso del número 33, llegó a bajar a la calle, con ropa de estar por casa y totalmente ensangrentada, según vecinos consultados por este diario. Su agresor, de unos 45 años y con quien había mantenido una relación, no dudó en perseguirla por la escalera, con la herramienta en la mano.

Varias patrullas de la Policía Local y también de la Policía Nacional se personaron en el lugar. Asimismo, acudió a la zona una ambulancia de Soporte Vital Básico. Numerosos vecinos y viandantes siguieron la actuación policial a pie de calle, así como también desde varios balcones y terrazas de fincas próximas.

AL HOSPITAL

Los agentes desplazados atendieron a la mujer, que estaba sentada frente a su portal y los sanitarios la asistieron por sus lesiones sangrantes en la cabeza y el rostro. Una ambulancia trasladó a la víctima hasta el Hospital General de Castelló con contusiones, según confirmaron ayer a este diario desde el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU).

Según explicaron a Mediterráneo fuentes policiales, la mujer logró esquivar algunos de los golpes que le lanzó su expareja y las heridas que sufrió no fueron de gravedad. Tras ser atendida en el centro hospitalario castellonense, recibió el alta médica y pudo regresar a su domicilio, según las mismas fuentes. Los agentes informaron a la agredida del proceso a seguir para denunciar.

Por su parte, el detenido por este nuevo caso de violencia de género fue esposado en la intersección de la calle Jover con Ramón y Cajal, cortado al tráfico por varios coches-patrulla, ante la atenta mirada de vecinos y curiosos. Fue conducido hasta la comisaría de la Policía Nacional, donde permanecía al cierre de esta edición. Se espera que hoy pueda pasar a disposición judicial, aunque hay un plazo de 72 horas para que comparezca ante la Justicia.

El suceso conmocionó ayer a los testigos y acaparó las conversaciones en el barrio. Transcurridas varias horas de la agresión machista, todavía se apreciaban en el rellano de la finca manchas de sangre de la mujer. La Policía Nacional ha iniciado una investigación y el hombre podría enfrentarse a un delito de tentativa de homicidio o de lesiones.