Un hombre de 42 años, Ramón S.M., resultó ayer herido grave al precipitarse el coche que conducía, un Opel de gama media, sobre las vías del tren, a la altura del puente de la Gallega, en Vila-real. En el vehículo viajaba, además, su hijo F. V. S. E, de 15 años, que resultó ileso, aunque tras el accidente fue trasladado al Hospital de la Plana al sufrir una crisis de ansiedad, donde finalmente fue dado de alta.

Por su parte, el conductor fue asistido en un principio en una ambulancia SAMU por un traumatismo craneoencefálico y politraumatismo. Una vez estabilizado, se le trasladó al Hospital General de Castellón, donde ingresó como “grave vital” en la UCI, donde previsiblemente seguirá hoy, según informaron a este diario fuentes hospitalarias.

Según relataron a Mediterráneo testigos del suceso, poco después de las 12.30 horas “se oyó como una explosión, y después, un golpe fuerte”, explicó Josep Muntané, un valenciano que ayer se encontraba en Vila-real por cuestiones de trabajo y que fue el primero en llegar al lugar de los hechos y auxiliar al hombre. “Estaba inconsciente y lo sacó del vehículo su propio hijo; yo hice lo básico para evitar que se ahogara y vi que tenía una brecha importante en la cabeza”, detalló Muntané a este rotativo.

El estruendo producido por la caída del coche desde el puente de la Gallega a las vías del tren --donde quedó completamente cruzado y ocupando los dos sentidos de circulación-- fue tan grande que numerosos residentes de viviendas en la avenida França salieron a la calle para comprobar qué había sucedido.

Hasta el lugar acudieron efectivos de bomberos, ambulancias y agentes de la Policía Local, que atendieron al herido y a su hijo. Posteriormente, también llegó al lugar la madre del menor.

“Ha sido un verdadero milagro que la cosa no haya sido peor”, aseguraron los testigos. H