Sobre las 15.00 horas de ayer, lo que podía haber sido una desgracia fatídica, acabó solo en un susto. Y es que la cubierta del porche de una vivienda ubicada en las cercanías del paraje de Sant Josep de la Vall d’Uixó cayó por completo mientras dos personas permanecían en su interior. Una de ellas salió ilesa del incidente. La segunda, un hombre que responde a las iniciales E.G.S., resultó herido leve, aunque consideraron oportuno su traslado al hospital. Las causas que pudieron originar este accidente se desconocen en este momento, al menos así lo declararon ayer fuentes de la Policía Local, que fueron los primeros en acudir al lugar de los hechos. Poco después se personó una dotación de bomberos y agentes de la Guardia Civil.

El escenario que se planteó ante la llegada de los profesionales de emergencias --a los que también se sumó una SAMU--, hacía temer lo peor, pero no tardaron en comprobar que los daños materiales eran lo único que iban a tener que lamentar, a excepción, claro está, del vecino herido, aunque la levedad de su estado y el hecho de que estuviera controlado por los servicios sanitarios --tanto in situ, como posteriormente en el hospital--, permitió que el operativo desplegado solo tuviera que centrarse en garantizar la seguridad del inmueble afectado y las viviendas que se encuentran a su alrededor.

INSPECCIÓN TÉCNICA / A la vista de lo sucedido, es evidente que los moradores no pudieron volver ayer a su residencia, a pesar de que, como confirmaron desde la Policía Local, el desprendimiento «solo afectó al porche, pues el resto de la casa parece estar bien». Aunque la constatación oficial de que es así no se tendrá hasta que los técnicos de Urbanismo realicen la preceptiva inspección del inmueble y determinen si su estructura corre algún peligro.

Lo cierto es que los daños ocasionados por este suceso, aunque muy aparatoso, pues la entrada de la casa afectada quedó totalmente bloqueada por los escombros acumulados, se han circunscrito en exclusiva a esta propiedad, y las viviendas colindantes están en perfecto estado.

Más allá de las impresiones iniciales para los vecinos, tanto por el estruendo que produjo el derrumbe como ante la posibilidad de que hubiera víctimas graves, todo quedó en un susto, aunque faltará por esclarecer por qué, sin motivos aparentes, la estructura acabó desplomándose.

La construcción afectada está ubicada en las inmediaciones del acueducto romano, cerca del conocido como barrio ecológico y a pocos metros del popular paraje en el que se encuentran las turísticas Coves de Sant Josep.