Los dos hermanos de unos 70 años, un hombre y una mujer, cuyos cadáveres fueron hallados el domingo en su vivienda de Valencia estaban “embolsados”, “atados” y “rodeados de ambientadores”, presentaban signos de violencia y llevaban muertos veinte días.

Lo detalló ayer el delegado del Gobierno en la Comunitat, Juan Carlos Moragues, quien explicó que un sobrino de los fallecidos había detectado su ausencia y los vecinos habían notado el mal olor de la vivienda, por lo que alertaron a la Policía Nacional, que se personó y descubrió los cadáveres “en una habitación pequeña llena de ambientadores”.

“Estaban embolsados, atados y aparentemente llevaban veinte días muertos, con lo cual su estado de descomposición era avanzado y presentaban signos de violencia”, relató Moragues, quien confirmó que la puerta no estaba forzada. La policía intenta saber quiénes fueron los últimos en contactar con ambos. H