Un informe de la Policía Nacional concluye que el castillo hinchable que salió volando el pasado 7 de mayo en un restaurante de Caldes de Malavella (Girona), provocando la muerte de una niña de seis años y heridas a otros seis, era de mala calidad y estaba mal anclado al suelo.

Ese día se registraron rachas de viento de 30 kilómetros por hora, lo que provocó que los dos anclajes que el castillo tenía instalados fueran insuficientes para mantener la atracción sujeta al suelo y acabaran rompiéndose. A ello hay que añadir la «mala calidad del hinchable», que no cumplía la normativa ni tenía garantías de seguridad.