La crónica de la violencia machista en España estuvo a punto de escribir un nuevo episodio ayer en Zaragoza, cuando una mujer de 25 años resultó herida grave al ser apuñalada por su pareja, un militar de 26 años, que luego se suicidó. La joven, que se encuentra hospitalizada en la capital aragonesa, ha salido de peligro y no se teme por su vida.

Otro dato que se conoció tras el apuñalamiento fue que la víctima nunca había denunciado, como señaló la delegada del Gobierno en Aragón, Carmen Sánchez, durante una rueda de prensa en la que apuntó a que «parece ser» que ambos «convivían juntos».

Los hechos ocurrieron el mismo día en que el registro oficial de la delegación del Gobierno para la Violencia de Género sumó a su lista a la mujer de 41 años asesinada por su pareja el pasado 31 de octubre en Castellbisbal (Barcelona). La fallecida, madre de dos menores, es la víctima mortal número 51 de la violencia machista en lo que va de año, la 1.027 desde que comenzaron a registrarse las estadísticas en el 2003.

También ayer se sucedieron en España las concentraciones de repulsa a la lacra de la violencia contra las mujeres. En Almería, la Plataforma de Acción Feminista reunió a decenas de personas contra el presunto crimen de María Dolores M.M., la mujer de 39 años, cuyo cadáver se halló el 15 de julio en un piso tras permanecer oculto cuatro meses.