El incendio forestal declarado en Bolulla y que se extendió a los términos de Tárbena y Callosa d’Ensarriá, que ya ha sido perimetrado y estabilizado, ha devorado unas 600 hectáreas de bosque mediterráneo de alto valor a causa, según todos los indicios, de “la mano del hombre”. Dos aviones refrescaron la zona caliente durante la jornada.

El delegado del Gobierno en la Comunitat Valenciana, Juan Carlos Moragues, informó que se trata de un nuevo “desastre ecológico y contra el patrimonio ambiental más que evidente” tan solo un día más tarde del ocurrido en Xàbia y Benitatxell, también presuntamente provocado y bajo control tras quemar más de 800 hectáreas y obligar al desalojo de 1.400 vecinos.

Una vez que ha sido estabilizado el fuego de Bolulla, lo que significa que no hay llama aunque sigue saliendo humo, los soldados de la UME trabajan en el perímetro norte, en el barranco de Los Sacos, para avanzar en el objetivo de dar el fuego por controlado. Moragues añadió que el centenar de vecinos de viviendas diseminadas ya pueden regresar a sus casas y muchos de ellos lo están haciendo poco a poco para evaluar las pérdidas materiales y recoger objetos personales.