Durante prácticamente toda la jornada de ayer, el Consorcio Provincial de Bomberos estuvo trabajando en las labores de extinción de un espectacular incendio que se dio por controlado a las 22.00 horas tras calcinar un almacén de maderas de unos 7.000 m2 en Vall d’Alba, en el que participaron hasta 55 efectivos, como destacó ayer el diputado provincial del área, Abel Ibáñez, quien permaneció en la zona junto a la alcaldesa, Marta Barrachina, durante todo el operativo.

La llamada de alerta se produjo a primera hora de la mañana y ya se anunciaba una dura jornada, pues en primera instancia se movilizaron seis dotaciones de los parques de la Plana Alta, Baix Maestrat y Plana Baixa, a las que, a lo largo del día, fueron uniéndose paulatinamente una nodriza de 35.000 litros desde los servicios centrales, así como una unidad de repostaje de combustible de la Unidad de Maquinaria Logística de la Diputación.

De la envergadura del fuego habla la llamada de colaboración que coordinó la participación de bomberos voluntarios de Atzeneta, así como forestales de Montán, Cabanes, Benlloch y Alcalà de Xivert, que se dedicaron «a hidrar continuamente las unidades de bomberos», precisó Ibáñez.

El dispositivo de emergencias lo completaron dos dotaciones de la ciudad de Castelló y el helicóptero del 112 aportado por la Generalitat, «dos patrullas de la Guardia Civil y una ambulancia», que no tuvo que intervenir porque no hubo daños personales,

Según indicaron desde el Consorcio, se quedaron tres dotaciones de bomberos trabajando durante la noche para refrescar la zona. Por la virulencia de las llamas la estructura de las naves afectadas colapsó, lo que obligó a afrontar la extinción desde el perímetro exterior, dejando la parte central para el helicóptero.