Tensa noche la del domingo al lunes en el número 22 de la avenida Pío XII de Vinaròs. Un virulento fuego sorprendió a los vecinos de una finca de viviendas y obligó al desalojo de todos los inquilinos.

Las llamas comenzaron a las 3.40 horas en el quinto y último piso del edificio. El fuego se propagó rápidamente por todo el inmueble, arrasando a su paso dos dormitorios, el comedor, un baño y la cocina, según informaron a este rotativo desde el Consorcio Provincial de Bomberos.

Efectivos de la Policía Local de Vinaròs y de la Guardia Civil se desplazaron rápidamente al bloque y procedieron al desalojo de una veintena de vecinos ante el riesgo de que el incendio pudiera propagarse a otros pisos. Y es que las llamaradas salían de las ventanas del piso y también por debajo de la puerta principal, que no estaba bien cerrada.

TRASLADADO AL HOSPITAL

El propietario de la vivienda afectada, un hombre de mediana edad, intentó sofocar el fuego en un primer momento y sufrió quemaduras leves, así como una intoxicación por inhalación de humo.

Pudo ser evacuado de la casa y fue atendido por un Soporte Vital Básico (SVB) y trasladado al Hospital Comarcal de Vinaròs, tal y como confirmó el Centro de Información y Coordinación de Urgencias (CICU). Dos dotaciones del parque de bomberos del Baix Maestrat se emplearon a fondo para extinguir el incendio, que quedó controlado a las 4.30 horas, pero que no se dio por extinguido hasta las 10.30 horas.

Los veinte inquilinos tuvieron que abandonar sus viviendas apresuradamente y en mitad de la noche. No fue hasta ayer por la mañana cuando pudieron regresar a sus casas, sobre las 7.30 horas. El único propietario que no ha podido volver todavía a su inmueble es el herido, dueño del quinto piso, que quedó reducido a cenizas y escombros.

Los técnicos municipales tendrán que revisar el inmueble para descartar daños en la estructura, que, a priori, no parece haber sufrido deterioros importantes.

Un cortocircuito podría haber sido el origen de las llamas, cuya causa aún están investigando. Precisamente, eso fue lo que ocurrió en el último incendio de un bloque de pisos en la provincia, hace ahora 15 días, en Benicàssim. Un enchufe sobrecargado de la cocina fue el motivo por el que el número 8 de la calle La Punta tuvo que ser desalojado. Según informaron fuentes municipales, varios aparatos estaban conectados en el mismo ladrón, lo que causó el cortocircuito.