Preocupación, y mucha. Cuatro incendios en menos de un mes en el Grupo Virgen de Lourdes de Castelló (el último, el domingo pasado, en el que ardieron cinco vehículos que estaban estacionados en un solar en pleno corazón del barrio) dan para pensar. La «inquietud» se ha adueñado del núcleo poblacional y, «todo apunta a la existencia de un pirómano que se está cebando con nosotros».

Lo proclama el presidente de la asociación de vecinos, Rafa Serrano, quien refleja el malestar de los residentes de este enclave urbano del sur de la ciudad. «Tenemos la corazonada de que se trata de un pirómano», explica el titular del colectivo vecinal, quien apunta que a «los problemas que sufrimos como la falta de limpieza de las vías del tren, que corresponde a Adif, y de solares abandonados, uno de ellos perteneciente a la Generalitat valenciana, se añade ahora el fuego que irrumpe cuando menos te lo esperas en algún lugar concreto de nuestra demarcación».

«El primero de los siniestros --explica Serrano-- ocurrió el 30 de julio, junto al Asador 7 de Julio, y las llamas se extendieron rápidamente hasta muy cerca de las casas; el segundo de los incendios fue el 1 de agosto; el tercer, el 10, y el último el del domingo pasado, afectando a cinco coches». «Lo que está pasando no es normal», aseguró.

«Hemos expuesto el problema en la junta de distrito, se han denunciado los hechos y estamos a la espera de la investigación que está realizando la Policía Nacional», cuenta el portavoz vecinal.

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Unas palabras refrendadas por otros residentes del Grupo Virgen de Lourdes consultados por Mediterráneo. Es el caso de Sufian Akrif, propietario de un taller, y que manifestó su «temor» ante la oleada de incendios que se están registrando.

En términos similares se pronunció Alina Chiriac. «No es casualidad» que hayan tantos siniestros», dijo, para después incidir en la hipótesis del pirómano. «Supongo que sí», sentencia.

Mientras, Patricia Andreu vuelve a subrayar las carencias que tiene el barrio, como son «los solares abandonados, que se convierten en un polvorín, ya que están llenos de maleza y eso prende con una facilidad pasmosa; o la suciedad de la vía férrea a su paso por el grupo». Asimismo, plantea la cuestión de que el fuego es intencionado. «Todos los incendios se han producido en la franja horaria entre las tres y las cuatro de la tarde», aseguró, por lo que «parece ser es una misma persona la que provoca el fuego».