La Guardia Civil se ha incautado en Burriana de 97 kilos de pulpo ilegal (por ser inmaduro y no llegar a la talla mínima marcada) en una actuación para el control de su captura y comercialización. Los agentes realizan este tipo de inspecciones de forma periódica para controlar la documentación que ampare la trazabilidad del pulpo en diversos establecimientos hosteleros de la provincia.

En una de esas actuaciones, los guardias civiles han localizado en el interior de varios arcones congeladores de uno de los locales de Burriana investigados casi un centenar de kilos de pulpo de roca (octopus vulgaris), no pudiendo demostrar los propietarios del mismo su procedencia.

Tampoco pudieron aportar la factura de primera venta o un documento similar que acreditase su trazabilidad, según informaron ayer fuentes de la Comandancia en un comunicado. El pulpo estaba preparado y destinado al consumo de la clientela de dicho negocio, por lo que se procedió a formular las correspondientes denuncias en materia de pesca marítima --por carecer de la documentación que acredite su lícita tenencia--. Las inspecciones han sido realizadas por efectivos de la Guardia Civil de Fiscal y Fronteras y por el inspector de Pesca de la Generalitat.

El pasado mes de octubre el Seprona intervino en Burriana 320 kilos más de pulpo que no llegaba a la talla y que transportaba un vehículo inapropiado.