Las seis personas, dos mujeres de 40 años y cuatro hombres de entre 34 y 64, que resultaron heridas en el incendio de una embarcación de recreo el pasado viernes en Benicarló están ingresadas en el hospital La Fe de València con pronóstico reservado. Todas se encuentran en la unidad de quemados de este centro hospitalario, después de que ayer fuera trasladado hasta allí el único que aún permanecía en el Hospital General de Castelló.

Los seis heridos, cinco belgas y un francés, se disponían a realizar un paseo por mar cuando, por motivos que aún se desconocen, se produjo una fuerte explosión a bordo y, en cuestión de segundos, la embarcación quedó envuelta en llamas. La onda expansiva provocó que dos de los ocupantes salieran disparados y cayeran al agua; los otros cuatro, ante el peligro del fuego, también se lanzaron.

El siniestro se produjo a escasa distancia de otras embarcaciones estacionadas en el puerto de Benicarló, por lo que la rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se propagara con consecuencias catastróficas.

La investigación sigue su curso por vía judicial. Al parecer, si bien todas las vías de investigación están abiertas, el método de repostaje se baraja entre las posibles causas del siniestro acontecido en Benicarló. Otro de los posibles motivos podría ser la acumulación de gases que produce la gasolina al arrancar el motor de la embarcación y que, unido a la falta de ventilación y las elevadas temperaturas, provocase la explosión de la embarcación.

sin gasolinera // El suceso ha vuelto a poner sobre la mesa que el puerto de Benicarló carezca, actualmente, de una instalación de suministro de combustible. El conflicto viene de lejos. Tras el cierre hace unos dos años de la gasolinera que operaba en el recinto a través de una concesión a una empresa, la solución parecía estar cerca cuando en mayo del año pasado el director general de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, Carlos Domingo, anunció una licencia al Cabildo para la explotación directa de un surtidor de combustible, aunque este debía ser exclusivo para las embarcaciones de pesca.

A día de hoy, el puerto de Benicarló continúa sin punto de repostaje y las barcas de pesca y las de recreo deben trasladarse a Vinaròs o Peñíscola para llenar los depósitos o, según apuntan, también se realiza con bidones homologados en algunas embarcaciones de pequeña eslora.