El Grupo de Información de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil de Castelló investiga un presunto fraude detectado en el examen teórico de conducir. Y es que los agentes han destapado una trama que colocaba micros minúsculos y mini cámaras en los oídos de los candidatos --previo pago de 1.500 euros-- para poder copiar durante los tests, según ha podido saber Mediterráneo.

Por el momento se desconoce el número de personas que podrían haber obtenido el permiso de conducir de manera irregular en la provincia, pero se sospecha que sea un volumen importante de gente y las averiguaciones son complejas. La alarma saltó en algunas autoescuelas en las que se presentaban ciudadanos de origen magrebí que decían haber sido trasladados por sus empresas a Castelló desde otras zonas del país como, por ejemplo, Albacete o Murcia. Estas personas solo estaban interesadas en pagar las tasas de examen para presentarse de forma inmediata, sin acudir antes a clase ni estudiar. Algunos de ellos no llegaron ni siquiera a recoger los libros teóricos que habían tenido que abonar.

Los infractores decían al profesorado de las autoescuelas que ya habían estudiado en su ciudad de origen y que también habían acudido a una academia para prepararse. Insistían en que solo querían realizar la prueba a la mayor brevedad y, cuando se presentaban, realizaban un examen perfecto, sin ningún fallo.

INTERVENCIÓN POLICIAL

Las sospechas dieron inicio a la intervención policial y la Guardia Civil ha pillado in fraganti a dos candidatos que llevaban implantado el sistema y hacían uso de él en pleno examen. Los aspirantes reconocieron los hechos, confesaron que habían pagado a una tercera persona para que les proporcionara el modus operandi y les soplara las respuestas a través del pinganillo. Los agentes de la Benemérita tuvieron, incluso, que llevar al médico a estas personas para poder retirarles el minúsculo chip, ya que el aparato se encuentra alojado en el fondo del oído y se introduce con un palo fino que lleva un imán.

Al parecer, el inductor del fraude detectado veía el examen a través de una pequeña cámara y daba las respuestas al instante, a través del micrófono instalado. El sofisticado aparato utilizado puede adquirirse por internet por unos 140 euros, como pudo comprobar ayer este diario.

La Policía Nacional destapó el pasado mes de marzo una trama en Mallorca y detuvo a cuatro personas de origen indio por soplar exámenes con un modus operandi similar, aunque utilizando teléfonos móviles. En Murcia, hace ahora cuatro años, también hubo siete arrestos por estos hechos.