La Guardia Civil investiga a un joven de 20 años como supuesto autor del incendio que tuvo lugar en Soneja el pasado 15 de mayo después de averiguar que el fuego fue intencionado. Las llamas se originaron en las inmediaciones del río Palancia y afectaron a una superficie de 7.000 metros cuadrados de terreno forestal.

En concreto, toda la superficie quemada es vegetación riparia, puesto que el incendio se produjo en las inmediaciones del río Palancia, a escasos metros de la depuradora. El fuego afectó principalmente a una zona de cañar y a algunos chopos.

ALERTA VECINAL // La rápida movilización de los bomberos evitó que el fuego causara males mayores en la localidad. Dos dotaciones del Consorcio Provincial, tres unidades forestales y otros tres medios aéreos -aunque no llegaron a actuar-, se desplegaron hasta este municipio del Alto Palancia para sofocar las llamas ante los numerosos llamadas de los vecinos, preocupados al ver cómo la humareda iba engulliendo cada vez más término municipal.

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Segorbe creen que el factor humano está detrás del incendio, ya que, según fuentes de la Comandancia provincial, se habría aplicado una llama directa sobre un vilano de un chopo hembra, una corona de pelusas y filamentos largos y finos que lo rodea, y que es altamente inflamable.

Tras iniciar las pesquisas, los efectivos descubrieron que el pirómano sería un joven de 20 años, que está siendo investigado por un supuesto delito contra la seguridad colectiva, en la modalidad de incendio forestal.

DOBLE DE FUEGOS // El de Soneja es uno de los 134 incendios de vegetación --a fecha de 15 de agosto-- que han azotado la provincia en lo que va de verano, el doble de los registrados en el mismo periodo del año pasado, donde ascendían a 74, según los datos de los bomberos de la Diputación.

La Vall d’Uixó, Burriana, Nules, Vila-real y Almassora son, por ese orden, los municipios que más fuegos han registrado durante la canícula estival y han afectado principalmente a huertos y cultivos abandonados, con vegetación muy fina que hace que prendan con facilidad, tal como apuntan desde el Consorcio Provincial.

De entre toda la geografía castellonense, los incendios se ceban en especial este verano en la Plana Baixa, que obligan a las dotaciones de ese parque a intervenir prácticamente a diario.