Estaba escondido entre unos matorrales, armado con un mechero, mientras observaba cómo los bomberos, ayudados por un helicóptero, apagaban las llamas del incendio declarado el pasado lunes en Azuébar y que calcinó 5.000 metros cuadrados de monte y vegetación, de los que 1.000 formaban parte ya del parque natural de la Serra d’Espadà.

La Guardia Civil investiga a un vecino de Azuébar, de 58 años, a quien considera supuesto autor de este incendio forestal. El varón fue trasladado la misma tarde del lunes al juzgado de guardia de Segorbe y quedó en libertad con cargos a la espera de juicio. Lo peor de todo, y para sorpresa de la Benemérita, es que tiene cuatro antecedentes por otros incendios de similares características ocurridos en los últimos años en la misma zona y que también afectaron al paraje natural de la Serra d’Espadà, confirmaron a Mediterráneo fuentes del caso.

La alarma saltó el lunes a las seis de la tarde, cuando el incendio se declaraba en un área de cultivo abandonado próxima a una granja sin actividad, en la partida Pedregales de Azuébar. Rápidamente, se movilizó una dotación de bomberos del Consorcio, otra de forestales, así como un helicóptero y un coordinador.

Las llamas prendían con fuerza y lo que parecía un incendio de vegetación pronto comenzó a convertirse en un fuego forestal alcanzando al mismo parque natural de la Serra d’Espadà de alto valor ecológico y calcinando el incendio a su paso árboles como pino carrasco, lledoner, lentisco y también un área de matorral.

En un momento dado, cuando los bomberos atacaban las llamas con las mangueras, observaron que detrás de unas zarzas había una persona escondida. Ante la sospecha de que ese individuo hubiera provocado el incendio, avisaron al 062, el número de emergencias de la Guardia Civil.

INVESTIGACIÓN

Fue entonces cuando se alertó al Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de Segorbe y se desplazó una patrulla. Los agentes, cuando llegaron, cachearon al individuo y hallaron entre sus ropas un mechero. Al identificarlo se dieron cuenta de que este ya tenía otros cuatro antecedentes por incendios en esta misma zona.

El Seprona realizó después una inspección ocular donde, al parecer, se inició el incendio y determinó que se había declarado mediante la aplicación de llama directa, es decir, con un mechero como el que el sospechoso escondía dentro de su bolsillo.