Joaquín Ferrándiz Ventura --JFV--, el asesino en serie de Castellón que mató a la profesora Sonia Rubio y a otras cuatro mujeres entre los años 1995 y 1996, rehusa pedir permisos penitenciarios o el tercer grado, a pesar de que hace ya dos años que podría haberlos solicitado. Así lo han confirmado a Mediterráneo fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha, cuando quedan cinco años y siete meses para que Ferrandiz salga de prisión, tras liquidar una condena efectiva de 25 años --aunque fue sentenciado a 69 por la Audiencia Provincial de Castellón en el 2000-- que cumplirá en julio del 2023.

Según han explicado las mismas fuentes judiciales a este diario, JFV --interno en la prisión de Herrera de la Mancha de Ciudad Real-- no es un preso conflictivo y no ha querido tramitar hasta la fecha ningún beneficio penitenciario con el Juzgado de Vigilancia. La cárcel en la que permanece fue la primera de máxima seguridad que hubo en España y albergó en los años 80 a los presos de ETA más peligrosos.

COMPAÑEROS DE CÁRCEL / La prisión cuenta también en la actualidad con asesinos y depredadores sexuales tan sanguinarios como mediáticos. Y es que comparten cárcel con Ferrándiz, entre otros, Miguel Carcaño --condenado a 21 años por la muerte de Marta del Castillo--, Tony King --sentenciado a 55 por los asesinatos de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof-- y Santiago del Valle --quien cumple 22 años por los abusos y asesinato a la niña Mari Luz Cortés--. Según ha podido saber este rotativo, también se encuentra en Herrera de la Mancha el conocido pederasta Álvaro Iglesias --Nanysex--, quien fue condenado a casi 60 años de prisión por 11 delitos de corrupción de menores y abusos sexuales.

JFV se encuentra ingresado en la cárcel desde 1998, cuando fue detenido por la Guardia Civil y entró en prisión preventiva hasta que se celebró el juicio contra él. Tras pasar unos meses en la cárcel de Castellón, fue destinado a Alcalá Meco, donde permaneció durante cinco años, hasta su traslado definitivo a Ciudad Real.

Cabe recordar que en España los presos no pueden permanecer privados de libertad más de 30 años, por larga que sea la pena de prisión que les imponga un tribunal. En el caso de Ferrándiz, se calculó que su condena efectiva serían 25 años --en la actualidad ya existe la posibilidad de la prisión permanente revisable-- y que, pasado ese cuarto de siglo, su deuda penitenciaria con la sociedad quedaría saldada.

JFV ya fue condenado en 1989 por la violación de una castellonense y obtuvo en 1995 el tercer grado, meses antes de matar a su primera víctima, Sonia Rubio.