Fuerte conmoción en Alcañiz (Teruel) donde este sábado se ha oficiado el funeral de Víctor Romero y Víctor Caballero, los dos guardias civiles fallecidos en el tiroteo sucedido el pasado jueves. Tanto a la llegada como a la salida de los féretros, la ciudad de Alcañiz ha despedido y homenajeado a las victimas con fuertes y emotivos aplausos.

Compañeros del cuerpo de Alcañiz han llevado los féretros desde el Ayuntamiento, donde se encontraba la capilla ardiente, hasta la Ex-Colegiata de Santa María de Alcañiz. El funeral ha comenzado puntual a las 11 horas de la mañana y con presencia de numerosas autoridades de la comunidad aragonesa.

Cientos de vecinos han querido acompañar a las familias y amigos de las víctimas. Especialmente dramático ha sido el momento en el que ha sonado el himno de la Guardia Civil y La muerte no es el final, tradición que se repite cuando algún miembro de seguridad del Estado cae en servicio.

Muchísimas personas, tantas que no cabían en la Plaza de la Iglesia de Andorra, se han concentrado para rendir homenaje a José Luis Iranzo, la tercera víctima del tiroteo, una figura muy querida y conocida en el municipio, cuyo funeral ha tenido lugar por la tarde, a las 16 horas.