La lacra de la violencia machista golpea cada vez a edades más tempranas. Una adolescente de 15 años sufrió un aborto en València como consecuencia de las presuntas palizas de su novio hace unos meses, pero pese a ello había retomado la convivencia con él. La semana pasada, su agresor, incumpliendo la orden de alejamiento, volvió a propinarle una paliza en el domicilio que compartían en el barrio de Orriols. Tras ser detenido por la policía, el supuesto maltratador reincidente, de 22 años y origen rumano, ya está entre rejas.

Agentes de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional se han hecho cargo de la protección de la menor, quien ha sido valorada como víctima en «riesgo extremo» dada la agresividad de su compañero sentimental y los continuos quebrantamientos de la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de ella. Además, el arrestado amenazó con matarla cuando salga de prisión.

La última agresión se produjo el pasado 12 de agosto cuando los vecinos de la pareja telefonearon a la policía alertando de un posible caso de violencia de género en una vivienda. La madre de la adolescente trató de mediar para que el novio de su hija, que tenía una orden de alejamiento en vigor desde mediados del mes de julio, no la golpeara, pero la joven acabó perdiendo el conocimiento en el rellano de la escalera, según fuentes vecinales.