Cuatro personas se sientan el 26 de junio en el banquillo, acusadas de planear el chantaje a un hombre, a quien grabaron manteniendo relaciones sexuales con una prostituta y, más tarde, le pidieron dinero para no difundirlas. La Fiscalía pide para ellas penas que van desde los 12 meses a los cinco años de cárcel por un delito contra la intimidad.

Los hechos que se juzgarán en un mes se produjeron en el año 2015 entre Castellón y Almassora. Una mujer que ejercía la prostitución en una vivienda de Almassora conocía a la víctima del caso por ser cliente habitual.

La chica tuvo conocimiento de que el afectado podía tener un alto nivel adquisitivo, por lo que, junto a su proxeneta, ideó un plan consistente en grabarle manteniendo relaciones sexuales y pedirle luego dinero a cambio de no hacerlo público.

PLAN DE EXTORSIÓN

La prostituta, con el objetivo de comprometer todavía más a la víctima, se puso en contacto con un conocido suyo que también mantiene relaciones por dinero --otro de los acusados--. Le pidió a este que se vistiera de mujer y participase en el acto sexual, haciéndose pasar por travesti, a cambio de una parte del dinero que pensaba sacar de la extorsión.

Sobre las 16.00 horas del 14 de abril del 2015 la mujer citó a su cliente en una habitación de un hotel de Castellón, colocando previamente una cámara. La relación sexual fue entre los dos prostitutos y el afectado.

Además, en la estancia --bajo la cama-- estaba también otra persona, quien aprovechó para robarle a la víctima 85 euros que llevaba en la cartera, mientras tenía lugar la relación íntima.

Con dicho vídeo en su poder los implicados discutieron acerca de cómo chantajearlo. La mujer quería pedir 6.000 euros por no haberlo público, pero su proxeneta quería 30.000 euros.

Al comunicarle al denunciante que tenían el encuentro grabado, este accedió a entregarles mil euros y lo hizo en una gasolinera de Burriana. Los implicados se repartieron el dinero y el proxeneta decidió, por su cuenta, continuar con la extorsión. Se pone en contacto con el afectado, diciendo ser policía, y se pide que siga la corriente a quienes le están chantajeando para «poder pillarlos mejor». Más tarde, le pidió 2.000 euros y se citaron en un supermercado de Betxí.

Sin embargo, la víctima ya había puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil, que se personó en el comercio y detuvo a dos de los acusados. Otro de los procesados llamó más tarde al afectado y le pidió más dinero, citándose ambos en Burriana, donde fue también arrestado por los investigadores.