La Fiscalía de Castellón solicita una pena de cárcel de cuatro años para el acusado J.M.G., por descolgarse de la azotea del edificio donde residía su exnovia, en la localidad de Almassora, para lograr acceder hasta el ático donde ella vivía, donde ambos discutieron y forcejearon llegando el hombre a agredirla y romperle el móvil.

El juicio por estos hechos, que ha instruido el juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Castellón, está previsto que se celebre los próximos días 18 y 19 de septiembre en la Sección Primera de la Audiencia Provincial.

Los hechos, según reza el escrito de conclusiones provisionales del Ministerio Público, se remontan al 6 de febrero del 2016, cuando el agresor y la víctima habían mantenido un año de relación sentimental, pero ella decidió poner fin al noviazgo por motivos que no han trascendido.

Sobre las cinco de la madrugada de ese día, relata el fiscal, el acusado se dirigió al domicilio de quien había sido su pareja, sito en Almassora, llamando insistentemente al timbre de su casa para que le abriera la puerta y poder hablar con ella sobre retomar la relación. La mujer le repitió una y otra vez que no quería mantener ninguna conversación con él y que no le iba a abrir.

Ante su negativa, el procesado, narra la Fiscalía, pasada una hora, tras acostarse la mujer en su cama y pensando que él ya se había marchado, hizo caso omiso a los deseos de la chica, que bajo ningún concepto quería hablar con él y mucho menos permitirle la entrada a su domicilio.

Así, el hombre accedió hasta la azotea de la finca desde donde, descolgándose hasta alcanzar la terraza del ático, forzó la persiana de una puerta corredera hasta que logró subirla del todo y entrar en el interior del ático.

FORCEJEO

Una vez en el interior, se dirigió a toda prisa hasta la habitación donde dormía ella, quien se despertó sobresaltada. A partir de ese momento, se inició una discusión entre ellos en la que la mujer le repetía que se marchara, a lo que el acusado se negaba. Cuando la víctima cogió el teléfono y dijo que iba a llamar a la Guardia Civil, forcejearon hasta que J.M.G. le arrebató el aparato provocándole lesiones en una mano y rompiendo el teléfono. La mujer lanzó varios objetos del hombre por el rellano y cuando él fue a recogerlos, cerró la puerta. Para el fiscal el procesado incurre en un delito de allanamiento de morada con la agravante de género. Pide una indemnización de 7.200 euros.