Acusada de un presunto delito de estafa continuada a una conocida compañía telefónica, una mujer se sentará en el banquillo de los acusados de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón el próximo día 25. La procesada, que responde a las iniciales R.S.E. y trabajaba en el año 2013 con la compañía afectada, aprovechó que tenía acceso a los datos de multitud de clientes de la empresa para solicitar 179 teléfonos móviles, que le eran entregados a ella, sin tener conocimiento alguno los solicitantes de lo ocurrido.

La acusada pedía un servicio de sustitución de teléfono, que consistía en advertir a la compañía de que un móvil se había averiado. Temporalmente, la empresa facilitaba otro terminal, que era del mismo modelo que el que, supuestamente, no funcionaba. Un hecho que ella aprovechaba para apoderarse de los terminales.

VALORADOS EN 68.500 € / En total, la procesada llegó a apoderarse, presuntamente, de 179 terminales, valorados en más de 68.500 euros, según consta en el escrito de acusación provisional de la Fiscalía Provincial.

Cuando la empresa descubrió lo que estaba sucediendo y comprobó que los clientes no eran conscientes de las peticiones que se estaban haciendo en su nombre, denunció a la mujer y se inició una investigación para determinar qué había sucedido.

El Ministerio Público pide para ella tres años y medio de prisión por un supuesto delito de estafa continuada, así como una multa de 2.520 euros (a razón de diez euros al día durante nueve meses) y el pago de las costas procesales. En el apartado de la responsabilidad civil, la Fiscalía solicita que la procesada indemnice a la compañía telefónica a la que, presuntamente, estafó en la cantidad de 68.548,65 euros, que es el valor de los móviles de los que se apoderó supuestamente.

No es la primera vez que un trabajador de una compañía telefónica se ve envuelto en una presunta estafa a su empresa.

Un hombre, de 35 años, fue también detenido en Castellón tras por haberse quedado con 10 teléfonos que un cliente le solicitó que diera de baja. El trabajador de la compañía, en lugar de dar de baja tales líneas, realizó la portabilidad y se apropió de los diez terminales, para, posteriormente, venderlos.

En el momento de la detención, el individuo ya no trabajaba para la empresa afectada, puesto que había sido despedido, tras abrirle la compañía un expediente interno por la obtención fraudulenta de 19 terminales, mediante el canje de puntos.