El juicio por la supuesta violación grupal denunciada durante los Sanfermines del 2016, de la que se acusa a cinco jóvenes sevillanos, se celebrará íntegramente a puerta cerrada en el mes de noviembre en Pamplona.

Así lo ha establecido la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra para proteger «el derecho fundamental a la intimidad» de la denunciante, una joven madrileña, así como para salvaguardar a ella y a los cinco acusados de una «indeseada e indeseable exposición pública aireando aspectos relativos a su intimidad corporal y vida sexual» que pertenecen a la esfera personal.

El auto, según explica el Tribunal Superior de Justicia de Navarra, prohíbe además la publicación de información relativa a la identidad de la denunciante o de datos que puedan facilitar su identificación de forma directa o indirecta, así como la obtención, divulgación o emisión de imágenes de ella o de sus familiares.

Estas dos prohibiciones, según exponen los magistrados, se refieren expresamente a la información incluida en el acta del juicio, que se grabará, y cuyos DVD se entregarán a las partes con el contenido de todas las sesiones de la vista oral, que se va a desarrollar entre el 13 y el 24 de noviembre. Respecto a los acusados, la Audiencia también prohíbe la obtención, divulgación o publicación de sus imágenes.

La acusación particular, ejercida por la denunciante, que en el momento de los hechos tenía 18 años, reclamó que las sesiones fueran a puerta cerrada y rogó que se prohibiera la obtención y divulgación de imágenes de la víctima o sus familiares.