El jurado designado en el juicio al propietario de un bar de Benicàssim que agredió con una barra, apuñaló y degolló a un cliente ha emitido este miércoles por unanimidad un veredicto de culpabilidad al considerar que causó la muerte del hombre sin que éste pudiera defenderse y que actuó "totalmente" afectado por el trastorno bipolar y esquizofrenia que sufre.

Así lo ha explicado Naiara Tomás, la abogada de la defensa del procesado, A.Z., de nacionalidad china, quien ha explicado que el jurado ha estimado que el hombre tenía anulada su capacidad volitiva e intelectiva en el momento de los hechos.

La defensa solicita una pena de internamiento en un centro psiquiátrico de 10 años, mientras que el Ministerio Fiscal y la defensa de la víctima elevan esa petición hasta los 22 años.

Ahora será el magistrado el que deberá dictar sentencia en concordancia con el veredicto emitido por el jurado.

EL RELATO DEL MINISTERIO FISCAL

Según el relato que ha expuesto el Ministerio Fiscal durante el juicio, iniciado el 20 de mayo en la Audiencia de Castellón, los hechos ocurrieron el 8 de julio de 2017 cuando el acusado, gerente de una cafetería en Benicàssim, estaba trabajando y atendió a la víctima, un cliente habitual del establecimiento. Como consecuencia de sus dolencias "empezó a sufrir alucinaciones auditivas que le llevaron a la firme convicción de que tenía que acabar con la vida del hombre", que estaba sentado en la terraza del establecimiento de espaldas a la puerta de entrada.

El acusado "colocó una barra de hierro y dos cuchillos grandes de cocina y esperó pacientemente a que por la calle no transitaran coches ni transeúntes" y poco después cogió la barra y se aproximó a la víctima -que ignoraba lo que iba a suceder- y le golpeó en la cabeza "fuertemente" en diez ocasiones que le provocaron lesiones graves -de riesgo vital- y un aturdimiento que le impidió huir.

Seguidamente, el acusado cogió uno de los cuchillos y le asestó una fuerte puñalada por el costado -también de riesgo vital- y cogió el segundo cuchillo con el que "le seccionó brutalmente su cuello de izquierda a derecha" lo que "provocó su muerte inmediata".

Los hechos son constitutivos de un delito de asesinato, según el fiscal, y se pide una medida de seguridad de internamiento "adecuado para su dolencia".

Además las acusaciones piden una indemnización a la mujer del fallecido de 310.652 euros, más los gastos del sepelio, valorado en 6.545 euros y a su hijo de 63.057 euros, aunque la defensa considera esta cuantía "desproporcionada" porque se ha calculado "de acuerdo a las tablas de los accidentes de tráfico" y "este no es el mismo supuesto ni las mismas circunstancias".

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