La violencia de género no es, ni mucho menos, un problema de parejas adultas. Los episodios de malos tratos crecieron en el 2017 un 15% en la provincia con más novios agresores en comparación con los maridos y los adolescentes se encuentran actualmente en el punto de mira por sus comportamientos celosos, controladores y posesivos. Y es que cada año llegan a los juzgados de la provincia una quincena de casos de violencia machista entre menores de edad, según datos de la Fiscalía de Menores de Castellón.

Las afectadas son chicas de 14 o 15 años, que no percatan o no dan importancia al control al que sus jóvenes parejas las someten. «Solo al producirse un daño evidente se dan cuenta. Tienden a normalizar comportamientos como la vigilancia del teléfono móvil y de las redes sociales», explica el fiscal delegado de Menores, Carlos Escorihuela.

Los episodios entre menores no suelen ir acompañados de golpes, aunque en un par de casos al año la Fiscalía sí aborda agresiones físicas de chicos a chicas. En general, la violencia psíquica y la manipulación con los principales actores. Cabe destacar que algunos de los casos de abusos sexuales y violaciones entre menores abordados por la justicia están vinculados a una pareja sentimental.

Los juristas recalcan la importancia de la educación para la prevención del maltrato entre adolescentes. «En los centros se puede atajar una actitud delincuencial a través de la formación en igualdad de género y en el respeto a los demás», incide Escorihuela.