Los magistrados de la Audiencia Provincial no creen que la patología alegada por el exalcalde de l’Alcora condenado por abusos sexuales a dos niñas, como avanzó ayer Mediterráneo en exclusiva, le impidiera llevar a cabo los hechos por los que fue denunciado. El popular Francisco Javier Tomás Puchol, dijo en el juicio oral sufrir una enfermedad llamada neuralgia de trigémino. Aseguró tomar una medicación que inhibe el deseo sexual, un extremo que confirmó su esposa, y para el que llevó un informe. Sin embargo, a ojos del tribunal, ese documento es «un informe con baja incidencia en los hechos por su carácter teórico».

El exalcalde de l’Alcora --en el cargo desde 1995 a 2003-- ha sido sentenciado a ocho años de prisión por dos delitos de abusos sexuales continuados y debe pagar una indemnización de 8.000 euros a cada una de las dos hermanas, de nueve y diez años, de las que abusó.

El condenado puede recurrir el fallo del máximo órgano judicial de la provincia ante el Tribunal Superior de Justucia de la Comunitat y, posteriormente, podría llevarlo al Supremo si quisiera.

El tribunal declara probado que desnudó, tocó y se rozó con una de las pequeñas y que manoseó a la otra, diciéndole que no lo contara.