Una joven saluda a una amiga por la calle. Está frente a un bar de Moncofa. Se apoya sobre el coche de su conocida y charlan. De repente, un hombre se acerca a ella, la mira y le dirige un comentario obsceno. “Vaya culo de puta que tienes, te follaría”, aseguran los testigos que le dijo.

La joven, un poco asustada, regresa al interior del bar, siguiéndola el hombre. En ese momento, el camarero del establecimiento recrimina su actitud al varón, pidiéndole que respete a la chica y que la deje tranquila. Según relatan los clientes, ese fue el detonante de la batalla campal.

El Juzgado de lo Penal número 2 de Castellón ha sentado en el banquillo de los acusados, por un presunto delito de lesiones y otro de daños, a un hombre, con antecedentes penales y acusado de apalear a un joven en el bar Mayor de Moncofa en septiembre del 2005, hace casi 11 años.

El fiscal pide para él un año y medio de prisión, después de haber propinado, presuntamente, todo tipo de golpes al camarero que intentó defender a una joven de las expresiones hirientes, de alto contenido sexual, que el procesado le dirigía.

“El camarero intentó agredirme y yo lo paré, cogiéndolo por el cuello para que no me diera, pero no le pegué”, aseguró el acusado durante el juicio, negando haber acosado a la joven, haberla empujado y también haber apaleado al empleado del establecimiento.

La víctima, sin embargo, ofreció una versión radicalmente opuesta. “Me tiró por la puerta y atravesé el cristal, quedándome colgado de un pie y cortándome”, reveló a preguntas de la Fiscalía.

Un testigo de la agresión relató que el procesado “insultaba a la chica, así que el camarero se puso en medio. Lo lanzó por el cristal y empezó a darle puñetazos. Lo tiró contra la mesa de billar y le golpeó con un taburete”.

Un relato que coincidió con el de otras vecinas de Moncofa, que recordaron que el empleado “se quedó con la pierna colgando del cristal” y que “había mucha sangre” en el local hostelero.

LA AFECTADA // La joven, sin embargo, reconoció no recordar lo que el procesado le había dicho. “Fue algo sobre mi aspecto físico”, explicó la mujer al tribunal, incidiendo en que, debido a la cantidad de años transcurrida desde los hechos, no podía recordar con precisión. El juicio ha quedado visto para sentencia. H