El ladrón acusado de apuñalar este lunes durante un robo en un chalet del PAI LLedó a una de las personas que se encontraban dentro de la casa, como adelantó Mediterráneo en su edición de ayer, cometió otros tres robos en la misma zona. Todos los casos se han registrado en la última semana, según ha informado a los vecinos la Policía Nacional, encargada de las investigaciones.

Al parecer, el joven delincuente accedió en días anteriores a tres adosados durante la noche, mientras los propietarios dormían. A diferencia de lo que sucedió este lunes, cuando los moradores sorprendieron in fraganti al caco y este los atacó brutalmente, el resto de las víctimas no se enteraron del robo, según explica el presidente de la Asociación de Vecinos el Segon Molí, Emilio Agulleiro. «De esas casas el intruso consiguió llevarse algunos teléfonos móviles, ordenadores y el dinero en efectivo que había. Los propietarios, por suerte, no se despertaron», relata.

Los afectados interpusieron las correspondientes denuncias por los asaltos al percatarse de lo sucedido a la mañana siguiente. Tras el último incidente, el más grave de todos, la Policía Nacional ha relacionado al caco con los cuatro robos registrados. «Se han puesto en contacto con nosotros para tranquilizarnos y contarnos que el autor ya está detenido», asevera Agulleiro, quien dice que la inseguridad está muy presente entre los residentes.

Estos piden un operativo policial especial tras los últimos robos en el PAI Lledó. «Lo ocurrido ha sido muy traumático y ha dejado a la gente muy preocupada. Había quien quería irse del barrio. Aunque se haya detenido al presunto autor, existe ahora mismo mucho miedo entre los vecinos», explican en la zona.

Por su parte, el vecino que fue apuñalado por el peligroso asaltante en la madrugada del domingo al lunes ha recibido ya el alta médica, según confirman desde el Hospital General, a donde fue trasladado en un coche particular con heridas en tórax, hombros y un brazo.

El ladrón accedió al domicilio sobre las 4.30 horas. Al saberse sorprendido, atacó a uno de los cuatro residentes con un cuchillo, mientras otro se refugiaba en una habitación. El mismo salió huyendo, pero agentes del GIP de la Policía Local peinaron la zona. Uno de ellos lo vio saltar a un convento abandonado y de ahí al patio interior de una vivienda, donde consiguió detenerlo.

¡Socorro, socorro, ayuda, que me mata!

«¡Socorro, socorro, ayuda, que me mata!». Fueron los gritos que escucharon los vecinos de la víctima en la madrugada del lunes. Según han explicado a este diario --muy afectados por lo sucedido-- el ladrón llegó a la casa en su propia moto y la aparcó justo delante del chalet asaltado. Antes lo intentó en otros, pero tenían todas las ventanas cerradas y no pudo entrar.

En la vivienda del herido encontró un hueco por el que acceder al inmueble y fue sorprendido por uno de los moradores cuando hurgaba en el comedor. «El agresor apuñaló a uno de los chicos y los dos cayeron por las escaleras. La víctima se desmayó porque había perdido mucha sangre y el ladrón aprovechó para huir», contaron quienes vivieron el asalto en primera persona. «Todo estaba lleno de sangre, fue horrible. Metimos al chico en un coche y lo llevamos al hospital. Los médicos nos dijeron que de no haberlo hecho, hubiera muerto desangrado», recuerdan.