Un ladrón multirreincidente, con hasta seis condenas anteriores por robos con fuerza, fue ayer sentenciado a otros tres años y tres días de prisión por asaltar en 2018 el IES Álvaro Falomir de Almassora de madrugada. Junto a una cómplice, a la que el tribunal impuso un año y un día de prisión, accedió al centro de estudios el 28 de septiembre del pasado año. Ambos saltaron la valla perimetral del instituto, entraron por una ventana a las aulas y sustrajeron distintos aparatos informáticos. Entre ellos: una torre de ordenador, un proyector, un monitor, un conmutador de conexión, así como distintas también herramientas.

Agentes de la Policía Local de Almassora consiguieron localizar y detener a los dos cacos e intervinieron parte del botín.

RECONOCEN LOS HECHOS

Los dos procesados reconocieron ayer los hechos antes de que el juicio comenzara en la Sección Primera de la Audiencia Provincial. Sus abogados defensores alcanzaron un acuerdo de conformidad con la fiscal del caso, quien inicialmente pedía dos años y tres meses para ella y seis años para el varón con la circunstancia agravante de reincidencia.

Además de la pena de cárcel, los dos condenados deberán abonar 278 euros al centro de estudios en concepto de responsabilidad civil por los daños causados en la valla. Asimismo, el tribunal les impone el pago que se indique en ejecución de la sentencia por el proyector robado.

De robos en colegios, ayuntamientos y farmacias versó, precisamente, la reciente Operación ZizZag que la Guardia Civil dio a conocer la pasada semana tras la desarticulación de una banda establecida en Castelló. La Benemérita los tilda de grupo criminal y los relaciona con hasta 150 casos. Además de Castellón, se han visto salpicadas por la actuación de la banda Teruel, Asturias, Huesca, Zaragoza, Guadalajara, Cuenca, León, Valencia, Ciudad Real, Albacete, Burgos y Alicante. Como publicara este periódico, siete de los golpes que se le atribuyen a la banda se produjeron en la provincia. Se trata, concretamente de un robo al salón cultural de Torás el pasado mes de enero, otro al Ayuntamiento de Viver en agosto, un tercero al consistorio de la Pobla de Benifassà y hasta cuatro casos en Espadilla -- en la propia casa consistorial y en la farmacia-- durante abril.

Los investigadores consiguieron localizarlos en la capital de la Plana, que era su base de operaciones. Hasta tres domicilios de Castelló fueron objeto de entradas y registros y los guardias civiles se incautaron en los pisos de televisores, ordenadores, herramientas varias, alcohol, etc.