El hijo y el yerno de la persona que falleció el viernes en Castellón, durante una pelea entre payos y gitanos, y que fueron detenidos, han quedado ya en libertad, mientras que la Policía Nacional investiga los hechos.

Los agentes están a la espera de recibir los resultados de la autopsia del finado, Ángel Hernández, que murió después de que un payo le rociara la cara con un espray, según explicaron varios testigos a Mediterráneo. Este resultó herido con un corte en la cara y tuvo que ser trasladado al Hospital General.

Por el momento, se desconoce si existe relación entre el rociamiento de la sustancia que llevaba el espray con la muerte de Ángel Hernández, que delante de todos sus familiares empezó a decir que se ahogaba y moría en la calle, sin asistencia.