El puerto de Castellón era la pieza clave de una organización criminal dedicada al tráfico de drogas a gran escala, desmantelada por la Policía Nacional en una macrooperación internacional. Agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) han detenido a 23 personas y se han incautado de 167 kilos de cocaína, dos de heroína, 30 de hachís, 22.000 pastillas de éxtasis, 650 gramos de MDMA, así como 21 vehículos utilizados para transportar los alijos, armas de fuego y 443.000 euros en efectivo.

Las sustancias entraban, según informaron ayer los investigadores en una rueda de prensa celebrada en Sevilla, por el Grao de Castellón y se distribuían posteriormente por carretera a distintos puntos de España y Portugal, por medio de coches adaptados, que tenían rincones secretos para albergar grandes alijos.

LA RUTA MARÍTIMA // La cúpula de la red de traficantes había establecido una ruta comercial con productores de cocaína colombianos para hacer llegar la droga a España, a través de contenedores que llegaban por vía marítima al puerto de Castellón, que funcionaba como la gran puerta de entrada de los estupefacientes al territorio nacional.

Dos registros domiciliarios en viviendas de Castellón permitieron el comiso de 10 kilos de cocaína, 105 bellotas de hachís, 22.000 pastillas de éxtasis y 650 gramos de MDMA. Sin embargo, la Policía Nacional considera que el grueso de la droga incautada en esta operación había entrado por el puerto del Grao y había sido ya distribuida por España.

Uno de los principales cabecillas del complejo entramado era, precisamente, un empresario castellonense, quien, presuntamente, utilizaba como tapadera la empresa de contenedores de importación y exportación que dirigía para introducir la droga en el puerto, camuflada en ellos.

Una vez en tierra, el estupefaciente se distribuía al resto de España y Portugal, según informó ayer el comisario jefe de Policía Judicial de Sevilla, Enrique Jiménez.

Precisamente, en la localidad sevillana de Valencina de la Concepción fue donde se inició la investigación hace ahora un año. Allí, la policía detectó un taller en el que, supuestamente, se manipulaban las estructuras de distintos coches para llevar a cabo transportes de droga por toda España.

PERSECUCIÓN HASTA LISBOA // Los investigadores siguieron, en una primera fase del operativo, a un coche que había sido modificado en dicho taller y que fue interceptado en Lisboa con 28 kilos de hachís. La segunda fase de la investigación se desarrolló al detectar un segundo vehículo del citado taller, que había pasado por Tenerife, volviendo al poco tiempo a la Península y siendo interceptado en Huelva con 57 kilos de cocaína ocultos.

En el registro a un domicilio tinerfeño, los agentes hallaron otros 90 kilos de cocaína y más de 400.000 euros en efectivo. La última fase de la operación, desarrollada en Madrid, Sevilla y Castellón, ha permitido detener a los cabecillas y la investigación se centra ahora en analizar 31 cuentas bancarias usadas para blanquear dinero de la droga. H