Como hizo el sábado con Gabriel S., su pareja y el padre de sus hijos --un niño de tres años y una bebé de cinco meses--, el titular del juzgado de Instrucción 4 de Paterna, decretó ayer el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza de la madre de los dos menores cuyos cadáveres fueron localizados el jueves cen los alrededores de la casa en la que vivían en la localidad valenciana de Godella. También le imputa un doble asesinato.

El juez tomó esta decisión tras desplazarse a mitad de la mañana al Hospital de Llíria, en cuya unidad de Psiquiatría estaba ingresada la mujer desde el viernes ante las sospechas de que podía padecer algún tipo de enfermedad mental o desequilibrio. Allí le tomó declaración acompañado del fiscal y de su abogada, pero la investigada se negó a contestar a sus preguntas en un caso que sigue bajo secreto de sumario.

Media hora después de haber llegado, el magistrado abandonó el recinto y al poco rato se hizo pública su decisión de enviar a la mujer a prisión provisional comunicada, pero ineludible. Una patrulla de la Guardia Civil la trasladó poco después de la prisión de Picassent, en cuya clínica quedó ingresada.

A partir de ahora, y según los informes médicos y su evolución dentro de la cárcel, dependerá de Instituciones Penitenciarias y del Juez de Vigilancia Penitenciaria dónde tenga que seguir internada la mujer de 28 años. Un primer examen determinó que pudo sufrir un brote esquizofrénico la noche del miércoles al jueves, en la que según la conclusión inicial de la autopsia, sus hijos fueron asesinados a golpes.

Tras varias horas de interrogatorio llenos de excentricidades y desvaríos, fue la mujer la que condujo a los agentes a las fosas en las que estaban enterrados los cuerpos de sus hijos, momento en el que pasó a ser detenida.