Un hombre de 67 años asesinó ayer en Zaragoza a su mujer, Dolores M., de 68 años, en el mismo domicilio, y a su madre, M. M. G. de 92, en la vivienda de la anciana. Las dos agresiones fueron extremadamente violentas, según informaron fuentes policiales. El individuo se suicidó después al lanzarse al vacío desde la vivienda en que residía.

La policía recibió, hacia las 8.00 de la mañana, un aviso en el que se informaba de que un hombre se había precipitado a la calle en el barrio de Casablanca. El hombre falleció poco después de la llegada de los servicios sanitarios, tras ser atendido en el lugar en el que fue encontrado tras precipitarse desde su domicilio.

Al acceder a la vivienda desde la que se había producido la caída, los agentes encontraron el cuerpo sin vida de su esposa, con heridas graves de arma blanca. La mujer, según informó la delegada del Gobierno, Carmen Sánchez, sufría al parecer una enfermedad degenerativa.

Posteriormente, y tras la comparecencia ante los medios de la delegada, la Policía Nacional halló en su domicilio del distrito Centro de Zaragoza el cadáver de la madre del homicida.

El hombre había dejado una nota, antes de precipitarse desde su vivienda a la calle, en la que detallaba las dos muertes, aunque no se han facilitado mas datos del contenido de la misiva. Dolores M. y su marido eran médicos jubilados y no constaba ninguna denuncia previa por violencia de genero.

31 MUERTES EN ESPAÑA // Con este doble asesinato, el número de víctimas mortales a manos de sus parejas o exparejas en lo que va de año en España asciende a 31 (hay uno más todavía en investigación). La delegada del Gobierno recordó, asimismo, que desde el 2003 ya son 954 las mujeres muertas en España por violencia machista y reiteró que no cabe otra opción que ir «todos a una» para mostrar a los asesinos que «están solos» y que vecinos e instituciones les dan «la espalda».

Las Cortes de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Palacio de Justicia de Aragón, junto al personal de todas estas instituciones y de asociaciones, se sumaron a las diferentes concentraciones de repulsa, en las que se guardó un minuto de silencio.