Un agricultor y dueño de dos perros denunció ayer ante la Guardia Civil la muerte a tiros de sus dos perros junto a una finca de su propiedad, sin que se sepa de momento las circunstancias de este ataque, ya que estos animales, al parecer, no se correspondían a razas que pudieran ser potencialmente peligrosas.

Los sucesos ocurrieron ayer cuando el dueño de los perros se extrañó de la ausencia de éstos, que estaban acostumbrados a no salir de la finca. Finalmente, el propio amo de los canes se encontró los cuerpos inertes junto a un camino, con síntomas de haber sido abatidos por disparos.