“Eran las 13.45 horas cuando recibimos el aviso del atraco. Vimos salir a un hombre del banco. Iba con un maletín y sin amago de huir”. Uno de los dos policías locales heridos revivió ayer en la Audiencia Provincial el tiroteo que protagonizó junto a otros compañeros contra El Solitario.

“Cuando mi compañero sospechó de él y le dio el alto, sacó el arma y le dio en la pierna. Yo disparé dos veces e intenté alcanzarle, pero, de repente, me vi en el suelo y hasta minutos después no supe qué me pasaba. Me había partido la tibia y el peroné de un disparo. La bala me seccionó dos arterias”, recordó ayer el agente, que estuvo dos años y medio de baja, fue sometido a tres operaciones y sufre una ligera cojera todavía hoy. “Después se parapetó tras un coche y siguió disparando hasta que consiguió escapar”, explicó.

El otro agente herido reconoció que el acusado fue “más rápido” que la policía. “Cuando me dio el tiro no lo sentí. Sin embargo, al ir a dar un paso, la pierna me falló y ya caí al suelo”, dijo.

Un tercer policía local implicado en el tiroteo recordó cómo Jaime Giménez disparó a la luna del coche que él conducía. “Una bala me rozó el oído, me pasó muy cerca de la cabeza. Los cristales se me metieron en los ojos, que me empezaron a sangrar. También tenía varias heridas en la cara. Él disparaba en ráfaga, con un arma que era mucho más potente que las nuestras”, reveló el agente en su declaración ante el tribunal de la Sección Primera. H