Un niño de 12 años, vecino de Vinaròs, tuvo que ser rescatado ayer por la tarde por los bomberos del parque del Baix Maestrat, tras sufrir una caída fortuita desde una altura de tres metros, mientras trataba de bajar por el lateral del río Cervol en su tramo urbano. Los hechos, según fuentes policiales, se produjeron en un lugar peligroso porque no tiene accesos y, por lo tanto, no es transitable. Al parecer, la víctima resbaló y se precipitó, impactando contra el cauce, empedrado.

La caída le produjo heridas en la pierna, concretamente en la parte de la tibia. Unas lesiones que valoraron en el Hospital Comarcal de Vinaròs, el centro al que fue evacuado por una SAMU inmediatamente después del rescate, aunque, al parecer, la herida no revestía gravedad.

Según las mismas fuentes, fue su padre el que llamó a los agentes, tras ver que el niño no podía levantarse. Al lugar de los hechos tuvieron que movilizarse también a los bomberos al tener que ser rescatado con la ayuda de una grúa. Un operativo difícil para el que se tuvo que cortar el tráfico durante más de media hora.

Las razones por las que el joven intentaba bajar por el lateral del río no están claras. Mientras algunos indicaban ayer que, probablemente, el niño fue a buscar una pelota que se le cayó; otros aseguraban que había sido yendo en bicicleta, lo cual parece más improbable. Sea como fuere, todo quedó en un gran susto y el menor pudo salvar la vida.

El cauce del río Cervol en su tramo urbano es una zona peligrosa y por la que no está permitido acceder. Para los viandantes se realizaron hace dos años sendas peatonales en la parte alta que se ha convertido en una zona de paseo bastante concurrida y también un lugar frecuentado por los amantes del running.